jueves, 23 de marzo de 2017

Tras el éxito del 28F, el 27 de mayo tod@s a Madrid



El pasado 28 de febrero las Marchas de la Dignidad salieron a la calle en Sevilla para volver a pedir “Pan, Techo y Dignidad” y para comenzar a movilizarse de cara al 27 de mayo en Madrid.
A finales del año pasado, las Marchas acordaron salir a la calle el 25 de febrero de 2017, en manifestaciones descentralizadas, que se harían en cada comunidad autónoma. En Andalucía, sin embargo, se desplazó la convocatoria al 28 de febrero, por ser el día de la autonomía. El 19 de noviembre de 2016 se inició en Antequera la cuenta atrás. Allí fue donde se decidió oficialmente que las Marchas de la Dignidad se movilizaran el día de Andalucía, previa petición de la plataforma 28 de febrero, organizadora años atrás de la manifestación en dicha fecha.
Por fortuna -o más bien gracias al trabajo organizado y coordinado de parte de la izquierda andaluza-, los 28 de febrero están dejando de ser un día de fiesta cualquiera para convertirse en un día de reivindicación y protesta para exigir “Tierra y libertad”. Así, el 28 de febrero de 2016 la manifestación se centró en la lucha contra la precariedad y por la justicia social y en 2015 en la unión de los movimientos sociales y las Mareas. Este año salimos a la calle bajo el lema: “La Andalucía que no se resigna y lucha, sale a la calle el 28 F".
En Sevilla se reunieron noventa mil personas, venidas de todos los rincones de Andalucía. El itinerario iba desde la estación de trenes de Santa Justa hasta el Teatro de La Maestranza, lugar donde todos los 28 de febrero la Junta de Andalucía entrega sus medallas a las andaluzas y andaluces supuestamente más célebres por distintos motivos. También salió antes una columna del Aljarafe, que recorrió desde la Rotonda de los Mineros hasta Santa Justa, donde se unió al resto. Acudieron todas las columnas de las Marchas de la Dignidad de Andalucía y las seis mareas, además de trabajador@s en lucha como l@s estibador@s o los bomber@s de Málaga. El Colectivo Acción Anticapitalista participó formando parte de la plataforma política No Hay Tiempo Que Perder. La manifestación logró reunir a tantas personas que sólo las que iban en la cabecera de la misma pudieron acceder al dispositivo que la policía había dispuesto, como todos los años, frente al Teatro de la Maestranza.
En el resto del Estado español también fue un éxito la convocatoria, puesto que miles de personas reclamaron “Pan, Trabajo, Techo y Dignidad” en 17 ciudades. En Madrid se manifestaron 20.000 personas y en Barcelona 25.000. Entre sus demandas figuraba también la amnistía y la libertad para l@s pres@s polític@s y las personas procesadas o despedidas por ejercer su derecho a protestar.
La experiencia del 25 y 28 de febrero da alas para conseguir el siguiente objetivo en la hoja de ruta de las Marchas de la Dignidad a nivel estatal que es, ni más ni menos, volver a marchar en una manifestación unitaria en Madrid el próximo 27 de mayo.
Una vez decidida la fecha de la manifestación en Madrid, es necesario centrar el debate en la utilidad de la misma, en cuál debe ser su contenido político para que sea un estímulo para un futuro de lucha. Es fundamental que las manifestaciones que organicemos conecten con las luchas sociales y laborales que en estos momentos de reformas laborales y recortes del PPSOE y la UE están sacudiendo el Estado español. Es el camino para echar a este gobierno del PP zombi que, apoyado por PSOE y C´S, está al servicio del capital y defiende el status quo que mantiene a los responsables del sufrimiento de la gente trabajadora en el poder.
Las convocatorias de los días 8 y 9 de marzo han demostrado que la clase obrera en el Estado español está dispuesta a movilizarse. La manifestación del 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, coincidió por primera vez con una huelga internacional de mujeres, que en el Estado español fue convocada por los sindicatos alternativos. Las manifestaciones fueron apoteósicas, más aún en Madrid y en Barcelona. La Comisión 8 de Marzo del Movimiento Feminista de Madrid ha señalado que la huelga de trabajo, estudio, cuidados y consumo, ha tenido un seguimiento mucho mayor del que esperaban, ya que no dejan de recibir fotos y noticias de lugares de Madrid donde se ha secundado el paro. Por poner un ejemplo, en el Campus de Moncloa de la Universidad Complutense, se organizaron concentraciones a las puertas de las facultades y una marcha de mujeres que tomó la ciudad universitaria con una pancarta con el lema "Unidad y solidaridad. Paro Internacional de Mujeres 8M". La situación de la mujer bajo el terrorismo machista, los bajos salarios, los recortes y la llegada de Trump y su propuesta machista al gobierno norteamericano fueron los ejes principales de la protesta.
El 9 de marzo secundaron la huelga de la educación el 65 % de l@s trabajador@s, según los sindicatos, y alumn@s, profesor@s, padres y madres acudieron en masa a las diferentes manifestaciones que se celebraron en todo el Estado español. El paro tuvo mayor seguimiento en institutos y universidades que en colegios de primaria. Se reivindicaba el no a la LOMCE y a la privatización a través del incremento de dinero público destinado a la educación concertada, en detrimento de la pública, y se denunció que los recortes siguen a la orden del día.
El éxito de las jornadas de lucha del 8 y el 9 de marzo es una muestra de que la clase obrera en el Estado español está contra las políticas privatizadoras, conservadoras y austericidas del PPSOE y la UE.
Además, hemos vivido la resistencia de l@s estibador@s ante el ataque de la UE para privatizar su sector en los puertos del Estado con la connivencia del gobierno español, y su victoria en una primera batalla al ser derogado el decreto-ley de reforma del régimen laboral de est@s trabajador@s.
En Andalucía, concretamente, estamos viendo también un repunte de la lucha social, esta vez centralizada en la Marea Blanca contra los recortes en Sanidad, que obtuvo una victoria en Granada tras grandes movilizaciones, al conseguir que no se cerrase ningún hospital en la ciudad. Luego esa lucha se ha extendido por toda Andalucía. Ha habido además movilizaciones contra el oleoducto de Doñana y contra el fracking, gracias a las cuales se consiguió una moratoria pero se teme que, como en el caso del País Vasco o Navarra, el gobierno de Rajoy acuda al Tribunal Constitucional para eliminarla.
La clase trabajadora toma conciencia al luchar en el tajo o en la calle por sus derechos, y todos los colectivos que estamos movilizándonos debemos coordinarnos de cara al próximo 27 de mayo, por medio de las Marchas de la Dignidad, para que la máxima cantidad de personas y organizaciones acudamos a la manifestación. La del 27 tiene que ser una manifestación que dé paso a una huelga general que paralice el Estado español y dé fuerza a las luchas para echar definitivamente a la clase dirigente para que no haya más casas sin gente ni gente si casa, no se pague la deuda pública, se respete el medio ambiente, las mujeres obtengan todos sus derechos, se derogue la reforma laboral del PPSOE etc.
Con este fin, desde el Colectivo Acción Anticapitalista llamamos a la participación en la manifestación del 27 de mayo. Volvamos a desbordar las calles de Madrid con nuestra dignidad como hicimos en 2014.
Juan Antonio Gilabert

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